Un equipo de científicos australianos trabaja para encontrar “ovejas verdes” que eructen menos de lo normal para combatir el cambio climático. Los eructos del ganado ovino constituyen un gran problema, ya que el metano (CH4) que emiten es el gas que más efecto invernadero produce. Su efecto es veinte veces mayor que el del dióxido de carbono (CO2), según los expertos.Indican que las ovejas que comen más, eructan más.
Esta no es la primera vez que la comunidad científica trabaja en la reducción de la emisión de metano por parte del ganado. Investigadores canadienses ya lo habían intentado previamente con las vacas
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