
La himenoplastia, como se llama a la operación de reconstrucción de esa membrana, cuesta entre 300 y 500 euros en discretas consultas ginecológicas de Oriente Próximo y unos 2.000 en Europa. Pero una empresa china, Gigimo, amenaza el lucrativo mercado de esa cirujía plástica.
"No tenga miedo de perder su virginidad", proclama en su web en la que anuncia el "himen de la virginidad artificial". Gracias a él "podrá vivir de nuevo su noche de bodas cuando quiera". Sólo cuesta 29,5 dólares (20 euros).
Este invento japonés comercializado por Gigimo se introduce en la vagina durante veinte minutos antes de la relación sexual para darle tiempo a dilatarse. "Cuando su amante la penetre un líquido similar a la sangre se derrama, pero sin exagerar, justo la cantidad necesaria" para simular la ruptura del himen, se explica en la web. "Añada algunos gemidos y gruñidos y usted no será descubierta", concluye.
"No tenga miedo de perder su virginidad", proclama en su web en la que anuncia el "himen de la virginidad artificial". Gracias a él "podrá vivir de nuevo su noche de bodas cuando quiera". Sólo cuesta 29,5 dólares (20 euros).
Este invento japonés comercializado por Gigimo se introduce en la vagina durante veinte minutos antes de la relación sexual para darle tiempo a dilatarse. "Cuando su amante la penetre un líquido similar a la sangre se derrama, pero sin exagerar, justo la cantidad necesaria" para simular la ruptura del himen, se explica en la web. "Añada algunos gemidos y gruñidos y usted no será descubierta", concluye.
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